domingo, 6 de marzo de 2011

Paraiso Inhabitado


Nacer cuando los padres ya no se quieren debe ser algo que les ha sucedido a muchos y, según los psicológos, la cuestión no es baladí. Adriana sufre esa situación. Sufre también una soledad enfermiza, una enfermedad que le ayuda a conocer a quien acabará con esa soledad y una sensibilidad y fantasía que le hacen disfrutar y sufrir a partes iguales. Un mundo interior habitado en un Paraiso Inhabitado, que no me resulta del todo ajeno,

Una buena reseña de la novela en El cultural.es