Óxido

Otra historia de amor, pero... no una más. Mientras mira sus fotos una mujer deja su pensamiento deambular sin control y éste salta, sin solución de continuidad, de una cosa a la otra, revisando lugares, gentes y situaciones como para intentar entender por qué la cosa no funcionó.

Lo saqué del estante de poesía de FNAC, pero no es poesía. Es novela, pero... no una más.

Recetas y Confidencias

Es un novela, basada, en parte, en hechos reales. Escrita por una mujer, habla de mujeres y es para mujeres. Desde la primeras páginas encontré un sinfín de afinidades, desde la edad de la narradora, que cuenta las historias de una docena de mujeres de todas las edades, hasta las situaciones matrimoniales y vivencias de la maternidad y la amistad.

Lo más interesante es la constatación de la facilidad con la que las mujeres, de cualquier parte, compartimos la vida entre nosotras. Nuestra forma de liberar, de manera selectiva, los secretos. Trata, por tanto, de temas importantes como la amistad, la maternidad y la pareja, unido a una interesante colección de recetas y una documentada información sobre los ingredientes, de la vida y las galletas.

Por supuesto, un libro así, tiene una procedencia única. Es un regalo más de la "Emperatriz de la Leche Frita", mi grandísima y queridísima Martuka (estabas todo el tiempo en mi cabeza mientras lo leía -bueno, tú y tus deliciosas galletas belgas).

Hay que comerse el mundo a dentelladas

Alberto García-Teresa es mi descubrimiento de esta primavera. La imagen de la portada de este libro ilustra lo que ha aportado a mi vida. Es un pequeño brote en pleno otoño.

Si hace poco leía "Indignaos" y me dejaba sin saber qué hacer, ahora, gracias a Alberto -un renacido a la vida- tengo unas cuantas pistas. Soñar, seguir soñando para acercarnos a esa utopía que se aleja varios pasos por cada uno que nosotros damos.

Otoños y otras luces

Aunque ya conocía todos sus poemas, el momento y modo en que este libro ha llegado a mis manos lo convierten en algo muy especial. Además, Ángel Gonzalez es, desde hace años, mi poeta preferido. En sus poemas no hay nada que entender, pero gustan más cuanto más se leen -son en eso como las pilas Duracell.

Ángel Gónzalez es cercano y en esa cercanía se encuentra una belleza en la que no sobra nada. Con él se viaja con lo imprescindible. La palabra pesa lo exacto y se sigue un rumbo claro, el del corazón, para llegar siempre al mismo destino, el sentimiento. Es Otoño y otras luces el último viaje del viejo profesor -dicen que el mejor.

¡Indignaos!

Después de leerlo sigo sin saber qué hacer, pero me alegra escuchar un grito de resistencia, especialmente, de resistencia no violenta. Ya no vale otra cosa.

Envidiables estos dos ancianos y la juventud que emanan. ¿Qué será de nosotros cuando se hayan ido?

Mrs. Dalloway

Me habían asegurado que no me gustaría y yo me lo creí, pero se equivocaron. Las Horas,  película basada, en parte, en la vida y la novela de Virginia Woolf, me impresionó  y,  aunque no lo imaginaba,  Mrs Dalloway me ha enamorado.

En la novela, conocemos el mundo de Clarissa Dalloway a través de una serie de recuerdos y diálogos de los  personajes principales (consigo mismos y con los personajes secundarios), que se producen en el corto espacio de un día, un miércoles de mediados de junio, después de la I Guerra Mundial. No hay narrador omnisciente ni una narración lineal sino descripciones omniscentes de caracteres y escenas.  En eso parece heredera del  Ulises de Joyce - al que varias veces he tratado de hincar el diente sin éxito. Resulta admirable y curiosa la manera en la que la autora realiza las transiciones entre el interior y el exterior.